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viernes, 14 de octubre de 2011

"SINFONÍA CANINA". (PREVIO PARA UN CANTIJUEGO ENTRAÑABLE)

Mañana, nuestro "cantijuego" tendrá como protagonistas a los "perros"; también ellos tienen sus derechos y se merecen un "cantijuego"; y se lo merecen, sobre todo, porque son muchas las canciones que se les han dedicado.

Hoy, en este "previo", vamos a poder leer 9 fragmentos poéticos que se corresponden con 9 "canciones caninas", es decir, 9 canciones en las que el "perro" aparece como protagonista; son canciones muy entrañables que nos dan la medida de lo fiel y de lo querido que puede llegar a ser este animal para las personas.

El "cantijuego" de mañana consistirá en identificar quien es el autor y/o intérprete de cada una de estas canciones, y cuál es el nombre de cada una de ellas...; pero eso será mañana...; ¡ahora vamos a disfrutar con los textos!.



«El perro es un compañero
en quien se puede confiar...
Si da la casualidad
que su amo en fatal momento
perdiera el conocimiento
vencido por la ebriedad
y al suelo cae sin piedad
y el sueño lo toma fuerte,
él en guardia se convierte,
y cuida de que pasara
alguien que lo molestara
hasta que él solo despierte».
(GATO PÉREZ. "Mi perro")



«Dice mi perro a veces
que los perros no saben hablar,
que algunos hombres parecen
perros que quieren hablar».
(LUIS EDUARDO AUTE. "Perros")


«En mi largo andar y andar 
un perro supe tener, 
tan humano que a mi ver 
solo le faltaba hablar.
Además en mi rodar 
un cariño tuve yo, 
pero pronto se cansó 
de mi sentida pobreza 
y se fue con su belleza 
pero mi perro quedó... 
Muchos amigos vinieron 
otros amores también, 
y por mi mal o mi bien 
como vinieron se fueron. 
Muchas penas me trajeron 
y mi ser ensombreció, 
mas la suerte tuve yo 
de ver que todos pasaron 
y solito me dejaron 
pero mi perro quedó».
(HORACIO GUARANI. "Milonga al amigo fiel")


«En un cualquier vertedero muere el Pipo, un perro más.
Nunca tuvo un amo rico, ni correa ni collar
solo un niño, todo mocos, una cuerda y un solar.
Al niño lo han "internao" a un colegio del "estao",
el solar lo edificaron y la cuerda se rompió.
En la soledad entra sueño y hasta el Pipo se durmió.
Era Pipo solo un perro y hasta el niño lo olvidó.
Ni las farolas le añoran, hay más perros que turrón».
(PATXI ANDIÓN. "El Pipo")


«Era callejero por derecho propio;
su filosofía de la libertad
fue ganar la suya, sin atar a otros
y sobre los otros no pasar jamás.
Aunque fue de todos, nunca tuvo dueño
que condicionara su razón de ser.
Libre como el viento era nuestro perro,
nuestro y de la calle que lo vio nacer.
Era un callejero con el sol a cuestas 
fiel a su destino y a su parecer 
sin tener horario para hacer la siesta 
ni rendirle cuentas al amanecer 
Era nuestro perro y era la ternura, 
que nos hace falta cada día mas... 
Era el callejero de las cosas bellas 
y se fue con ellas cuando se marchó 
se bebió de golpe todas las estrellas 
se quedó dormido y ya no despertó 
Nos dejó el espacio como testamento 
lleno de nostalgia, lleno de emoción».
(ALBERTO CORTEZ. "Callejero")



«Popea era la perra familiar,
Popea era el tormento familiar
destrozó diez manteles, catorce porcelas 
un jarrón de la china, un colchón y dos camas
y en muchas ocasiones huyó por la ventana
llevando entre los dientes una buena tajada.
Mi madre la llamaba subversiba,
mis hermanas hija de barrabás
y una vieja gruñona  la llamaba masona
a sueldo de Satán;
pero ella no hizo caso de tan serias deatrivas
y se pasó la vida haciendo fechorías.
Yo pienso, sin embargo, que Popoa
tan solo era una perra liberal;
tuvo varios amores con perros vagabundos
ya no recuerdo cuantos perritos trajo al mundo;
si estábamos alegres cantaba de alegría.
y cuando había penas también las compartía».
(RICARDO CANTALAPIEDRA. "Popea")




«Con la pata coja colgando, despojo de una pedrada,
pasó el perro por mi lado. 
Un perro de pobre casta, 
uno de esos, callejero, pobre de sangre y de estampa [...]
Yo lo llamo: ”Ven, no te hago nada”;
todo hociquito curioso, toda sed, hambre, nostalgia.
El perro escucha mi voz, olfatea mis palabras, 
como esperando o temiendo, pan, caricias o pedradas, 
no en vano lleva marcado un mal recuerdo en la pata».
(RAFAEL AMOR. "El perro cojo".
Poema de Manuel Benítez Carrasco).




«Cuando un lazo de tristeza
me viene envolviendo el alma,
mi perro se la hace suya 
y enseguida me acompaña...
Si el hombre se vuelve malo 
al hombre lo llaman perro....
¡Qué ofensa para mi perro
compararlo a gente mala!».
(HORACIO GUARANI. "Milonga para mi perro".
María Dolores Pradera hace una magnífica versión
de esta canción en su disco "Esencia de mujer").




«Voy más cansao que mi perro,
que es la sombra de mi sombra.
Por veinte caminos muertos
anduve con él a solas...
Me lo dejaron cachorro
y a mi lado se hizo perro. 
Se fue templando de a poco
como se templó su dueño...
No me ha quedao ni el recuerdo,
ni el dolor de tantas cosas.
La luna cubrió el sendero
y sigo con él a solas.
Ni amor, ni pingo, ni apero,
ni rastros de aquella tropa.
Me queda sólo mi perro,
que es la sombra de mi sombra».
(JOSÉ  MARÍA CONTURSI y ANIBAL TROILO. "Con mi perro".
Martín Rago "El Turco" interpreta este tango
en su disco "Tanguero-viejo").

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